jueves, 27 de agosto de 2015

TESTIFICANDO LA OBRA DEL SEÑOR

   El testimonio cristiano es simplemente compartir nuestra fe sincera en Cristo - ¡lo que Él ha hecho personalmente para cambiar nuestras vidas! No estamos llamados a llevar a alguien al cielo a fuerza de discusiones y debates. ¡Simplemente, estamos llamados a compartir! Como en la sala de la corte, estamos llamados a ser testigos del Evangelio, no a ser el abogado, ni el juez, ni el jurado...¡Déjele eso a Dios!

    En su carta a la iglesia de Corinto, Pablo toca el corazón del testimonio cristiano:

 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor. Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1ra de Corintios 2:1-5

 TESTIFICANDO

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